La periodoncia es una especialidad odontológica que se ocupa de la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del periodonto, es decir, de las enfermedades que afectan a las encías y al hueso que soportan los dientes.
Para saber si nuestras encías están en buen estado bastará con observar el color y la forma que éstas tienen. Así, si apreciamos un color rosado, junto con una forma festoneada que tapa el hueso interdental, querrá decir que nuestras encías están sanas.
Algunas veces las encías pueden sangrar durante el cepillado por movimientos bruscos del cepillo. Esto no quiere decir que tengamos unas encías en mal estado. El signo de alarma se produce cuando nuestras encías sangran de manera ocasional, se oscurecen o tienen un color distinto.
Cuando esto se produce, se recomienda visitar al odontólogo para que pueda diagnosticar el estado en el que se encuentra la encía y, si es necesario, someterla a un tratamiento para su recuperación.
El síntoma más característico que nos avisa de una posible patología periodontal es el sangrado. Si la encía sangra, de manera espontánea o mientras un cepillado suave, revela que puede existir un posible problema de salud en ella.
También existen otros síntomas como pueden ser un aliento molesto, mal sabor de boca, alargamiento de las piezas dentales (merma dental) o movilidad o desplazamiento de los dientes (piorrea).
El tratamiento de las encías puede ser variado en función del estado en el que se encuentren. Una vez diagnosticado su estado, el especialista recomendará utilizar, en los casos más sencillos, técnicas como una mejora de los hábitos de higiene del paciente, una limpieza bucal o curas realizadas en la propia clínica; o, en casos más graves, técnicas en las que se requiera cirugías más complejas para regenerar los tejidos dañados.