Todo lo que debes saber sobre el blanqueamiento dental
Algunos alimentos, el paso del tiempo o nuestra genética, pueden provocar que nuestros dientes pierden su color blanco característico, transformándose en una sonrisa amarillenta y poco atractiva. El café, el té, el tabaco, el vino o incluso algunos tipos de medicación, llevan a sufrir esta transformación del color que, afortunadamente, se corrige con un blanqueamiento dental.
Pero, ¿qué es el blanqueamiento dental? Pues bien, es un tratamiento de la odontología estética que se encarga de devolverles a los dientes su color blanquecino natural de una manera sencilla y poco invasiva para el paciente.
En concreto, el blanqueamiento dental está basado en un proceso químico que trata de aclarar, en varios tonos, la pigmentación de la superficie del esmalte dental. Para ello, se extiende peróxido de hidrógeno en el esmalte y la dentina de los dientes que forman una nueva capa blanqueadora.
¿Cuándo realizar un blanqueamiento dental?
Al igual que ocurre con cualquier tratamiento odontológico, será el especialista el encargado de decidir si nos hace falta someternos a uno en cuestión o no. Para ello, acudiremos a una consulta en la que realizará un diagnóstico del estado de nuestra boca y valorará si es necesario, en este caso, realizar un blanqueamiento dental o no.
Si el odontólogo ha decidido que es necesaria la realización de un blanqueamiento dental, antes de proceder al tratamiento propiamente dicho, es necesario someternos a una limpieza dental en la que se retirará y eliminará la placa bacteriana para garantizar la eficacia posterior del blanqueamiento.
La presencia de caries, la sensibilidad dental o problemas en las encías también pueden retrasar la realización del blanqueamiento dental.
Una cuestión que tenemos que tener siempre presente es que, si tenemos coronas dentales, prótesis, carillas o rellenos, no será efectivo ningún tipo de tratamiento y deberá consultarse con el profesional qué opciones tenemos disponibles ante estas situaciones.
¿Qué blanqueamiento se adapta mejor a mí?
En la actualidad existen varios tipos de blanqueamientos dentales y optar por uno u otro dependerá de la situación en la que se encuentren nuestros dientes. No obstante, podemos clasificarlos en dos grupos: los que se realizan en la propia clínica y aquellos que se realizan de manera ambulatoria.
El procedimiento en la clínica es muy rápido y sencillo. Posiblemente nos llevará 1 o 2 sesiones como máximo y es totalmente indoloro, no sentiremos molestias de ningún tipo durante el tratamiento.
Antes de comenzar con el blanqueamiento, el especialista debe proteger nuestras encías para que se irriten lo menos posible y también nuestra vista de la luz fría que se va a utilizar. A continuación, se extiende un gen blanqueador por cada diente para, después, proceder a aplicar luz fría (fotoactivación) sobre las piezas dentales que agilizan el proceso de blanqueamiento.
Si, por el contrario, realizamos el tratamiento de manera ambulatoria tenemos que ser conscientes, desde el principio, de la menor eficacia que éste tiene con respecto al realizado en la clínica. En este caso, el paciente necesita una férula en la que aplicará el gen blanqueador bajo las indicaciones que el odontólogo le haya pautado previamente.
El blanqueamiento ambulatorio también puede convertirse en una opción complementaria al que se realiza en la clínica.
¿Cuánto dura un blanqueamiento dental?
Una vez que el odontólogo ha valorado nuestra situación y ha considerado adecuado hacer un blanqueamiento dental, podremos disfrutar de una nueva sonrisa, totalmente blanca y limpia, dando una buena apariencia y una sensación de salud bucal.
La duración del blanqueamiento, al igual que ocurre en otros tratamientos odontológicos, depende en gran medida de las condiciones físicas del paciente, de sus rutinas de higiene diaria, de sus hábitos, etc.
No obstante, la duración media de este tipo de tratamientos, llevando una vida relativamente normal, es de aproximadamente tres años. Esta duración se verá favorecida si, además de buenos hábitos, utilizamos otras herramientas presentes en el mercado y que, en todo caso, deberemos consultar previamente con nuestro dentista para prevenir posibles problemas a medio y largo plazo.